Libro Azul Diplomático 2022
Contexto internacional y perspectivas de la diplomacia japonesa
Para que Japón pueda garantizar sus políticas, su seguridad nacional y sus intereses económicos, mantener y desarrollar el orden internacional basado en valores universales como la libertad, la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley, deberá entender, desde un enfoque sosegado, los cambios y tendencias que se están dando en el mundo y aplicar una política exterior estratégica conforme a tales variaciones.
A continuación, describimos el contexto internacional donde se encuentra Japón y las perspectivas de la política exterior del país.
1 Contexto internacional
Actualmente la comunidad internacional está atravesando un periodo de cambios históricos. En un orden internacional libre, abierto y estable, China y otros países emergentes y en desarrollo están acumulando poder y aumentando su presencia, beneficiándose de la globalización. Como resultado, el mundo ha entrado de lleno en una era de competencia chino-estadounidense e interestatal, desde una era en la que Estados Unidos, junto con las democracias avanzadas, ejercía el liderazgo para apoyar la estabilidad y la prosperidad de la comunidad internacional mediante su abrumador poder político, económico y militar.
Además, Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022. Basándose en su propia cosmovisión y visión histórica, un estado exige a otro que cambie sus políticas y regímenes, y al comprobar que esto no iba a suceder, recurre al uso de la fuerza para invadir el país, provocándole daños que han llevado a una grave crisis humanitaria causando la muerte de muchos civiles, y aspirando a cambiar las fronteras y a ampliar su propia esfera de influencia. Se trata de un atropello que hace tambalear los fundamentos mismos del orden internacional que la humanidad ha construido a lo largo del último siglo, incluyendo la prohibición del uso de la fuerza, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, algo que no debe permitirse. La agresión contra Ucrania no solo altera fundamentalmente la composición de la seguridad europea, sino que amenaza el orden mundial posterior a la Guerra Fría y representa un importante punto de inflexión en la historia.
Al mismo tiempo, hacer frente a los problemas mundiales como el cambio climático, las nuevas infecciones por la COVID-19, el desarme y la no proliferación, así como la restructuración del orden económico que se ha visto afectado por la COVID-19, siguen siendo cuestiones apremiantes para la comunidad internacional. Aunque la cooperación y la coordinación internacionales son más importantes que nunca, también existe una creciente lucha por el liderazgo entre los Estados en estos ámbitos.
(1) Movimientos en el orden internacional vigente
(a) Intentos de reforzar las fuerzas militares sin transparencia y cambiar unilateralmente el statu quo
Los principios fundamentales de las relaciones internacionales como el Estado de derecho, que han sostenido la paz y la estabilidad de la comunidad internacional, se están viendo seriamente amenazados. En particular, el entorno de seguridad que rodea a Japón se está volviendo más severo e incierto a un ritmo mucho más rápido, ya que los Estados con poderosas fuerzas militares se concentran alrededor de Japón, reforzando aún más sus capacidades militares y volviéndose más activos en actividades militares.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia es una grave violación del derecho internacional que prohíbe el uso de la fuerza, y es una acción extremadamente violenta que amenaza el orden internacional de Europa e incluso de Asia. Bajo el mandato de Putin, Rusia trata de recuperar el territorio perdido al terminar la Guerra Fría, en perjuicio de la integridad territorial de los países vecinos, y genera una seria preocupación en la periferia de Rusia.
China, por su parte, está aumentando continuamente su gasto militar, modernizando y fortaleciendo de manera amplia y rápida sus capacidades militares, con el objetivo de asegurar el dominio en nuevas áreas como el espacio, el ciberespacio y las ondas electromagnéticas. Basándose en sus propias reivindicaciones, que son incompatibles con el orden internacional vigente, China sigue intentando cambiar unilateralmente el statu quo en el mar de China Oriental y Meridional y otras zonas marítimas y aéreas, con el respaldo de la fuerza, y ha ampliado e intensificado sus actividades militares. Esta serie de acciones preocupan mucho a la seguridad de la región y a la comunidad internacional, incluido Japón.
Además, Corea del Norte aún no ha destruido de forma completa, verificable e irreversible todas las armas de destrucción masiva y los misiles balísticos de todo alcance, de acuerdo con las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. En 2021, Corea del Norte llevó a cabo cuatro lanzamientos con tecnología de misiles balísticos en violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; desde principios de 2022, Corea del Norte ha lanzado repetidamente misiles balísticos con una frecuencia extremadamente alta y en nuevas formas, incluyendo seis lanzamientos de misiles balísticos seguidos en enero, y el 27 de febrero y el 5 de marzo lanzó un misil balístico intercontinental, aunque no a su máximo alcance. Además, el 24 de marzo lanzó un posible nuevo misil balístico intercontinental, y que se presume cayó dentro de la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón, a unos 150 kilómetros del territorio japonés. La serie de acciones de Corea del Norte, incluido el lanzamiento de misiles balísticos, que agravan aún más la situación, amenazan la paz y la seguridad de Japón, de la región y de la comunidad internacional, y son absolutamente inaceptables.
(b) Extensión del ámbito de la seguridad nacional
La transición a gran escala hacia una sociedad digital ha ampliado la base de la seguridad desde su tradicional enfoque militar hasta la economía y los sectores tecnológicos emergentes. Estos ámbitos son cada vez más importantes a medida que se amplían hasta incluir a los actores no estatales.
En primer lugar, la protección y el fomento de tecnologías críticas y emergentes está teniendo un impacto significativo en la seguridad nacional. Las innovaciones tecnológicas como el 5G (sistemas de comunicación móvil de quinta generación), la IA (inteligencia artificial), el IoT (Internet de las cosas) y la tecnología cuántica no solo están provocando cambios esenciales en la sociedad y la vida cotidiana, sino que también impactan directamente en la competitividad nacional e impulsan además el fortalecimiento del poder militar en tecnologías de doble uso militar y civil.
En segundo lugar, con la expansión y sofisticación de las cadenas de suministro globales, aumenta el riesgo de sufrir coacción derivadas de dependencias económicas. Las medidas comerciales restrictivas arbitrarias son un riesgo para las exportaciones e importaciones justas, y desde la perspectiva de la seguridad económica, es cada vez más importante garantizar el suministro estable de bienes que son cruciales para la supervivencia y la vida de las personas y las actividades económicas. Los países están tomando medidas de seguridad económica para garantizar la autonomía y la indispensabilidad estratégica, teniendo en cuenta el mantenimiento y la extensión de una zona económica libre y justa y la coherencia con el derecho internacional vigente. También hay una tendencia a una mayor cooperación entre los países afines para lograr una cadena de suministro resiliente.
En tercer lugar, han surgido nuevas amenazas, como la disrupción y manipulación de la opinión pública a través de actividades y ataques maliciosos en el ciberespacio y la difusión de desinformación. En particular, la influencia de la desinformación a través de las redes sociales y otros medios en las elecciones se reconoce como una grave amenaza para la democracia. En las sociedades democráticas se toman medidas no solo para evitar que se manipulen directamente las elecciones, sino también porque se evidencia la sensación de crisis que supone la exposición diaria a la desinformación, que puede impedir la toma normal de decisiones por parte de los ciudadanos.
En cuarto lugar, la amenaza del terrorismo internacional también sigue siendo grave. El aumento de la desigualdad y la pobreza debido a la prolongación del COVID-19 y las divisiones sociales causadas por la aparición de problemas raciales y étnicos han aumentado el riesgo de propagación del terrorismo y el extremismo violento. Además, la creciente dependencia de internet y de los servicios de redes sociales ha dado lugar a problemas como la propagación de ideologías extremistas y la obtención de financiación para el terrorismo mediante el uso indebido de estos servicios.
(c) Desafíos a los valores universales
Valores universales como la libertad, la democracia y los derechos humanos, que han servido de base para la prosperidad y la estabilidad de la actual comunidad internacional, también se enfrentan a desafíos. En medio de los crecientes problemas de desigualdad y pobreza que han acompañado a la globalización, el rápido progreso de la digitalización ha contribuido significativamente a mejorar la comodidad de la vida diaria, pero también se han acelerado los aspectos negativos de la globalización, exponiendo a la gente a información sesgada sin su conocimiento y contribuyendo a las divisiones ideológicas de opinión. También contribuye a la división de la opinión pública basada en la ideología.
(d) Movilización hacia la solución de los problemas a nivel global
La comunidad internacional comparte la gravedad del cambio climático y de otros desafíos globales, y se están realizando esfuerzos para resolverlos mediante la cooperación multilateral. El cambio climático es un ámbito en el que se concentrarán los recursos políticos y económicos de la comunidad internacional durante mucho tiempo y podría estar en el centro de la innovación y el crecimiento económico, lo que ha acelerado la competencia entre los principales países por el liderazgo en la elaboración de normas y estándares internacionales y el desarrollo del entorno de inversión, etc. En la 26ª Conferencia de las Partes (COP26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), celebrada desde el 31 de octubre, se redactó el Libro de Reglas del Acuerdo de París tras dos semanas de intensas negociaciones.
Respecto a la respuesta al nuevo coronavirus, la cooperación internacional para el acceso equitativo a las vacunas está avanzando, ya que el suministro de vacunas a los países de bajos ingresos y a otros países a través del Mecanismo COVAX FACILITY alcanzó los mil millones de dosis en enero de 2022. Al mismo tiempo, en respuesta al COVID-19, se ha evidenciado que la voz política y la influencia de cada país en la comunidad internacional depende de cómo actúe ante las cuestiones globales urgentes, como la propagación de enfermedades infecciosas en todo el mundo.
(2) Política exterior ante los cambios socioeconómicos
(a) Aspectos sociales internos y diplomacia
Tal y como se ha mencionado anteriormente, la globalización, que ha sido la base de la prosperidad del mundo y ha contribuido al crecimiento de países emergentes, ahora enfrenta en varios países la cruda realidad del aumento de las desigualdades y la pobreza. El descontento de las personas que no se sienten suficientemente beneficiadas por la globalización agrava la división de los países, produciendo una dicotomía entre dos lados, generada también por la ideología. Además, la prolongada pandemia del COVID-19 ha agravado las tendencias proteccionistas derivadas del movimiento contrario a la globalización. Es cierto que, por un lado, la digitalización ha aportado comodidad a la vida diaria y ha diversificado los valores sociales, pero por otro, el sesgo de confirmación (Note 1) se ha incrementado en medio de la ingente información de la que dispone la gente y su tolerancia hacia la sociedad ha disminuido.
Este aspecto social interno del país influye ahora más que nunca en el proceso de formación de la política exterior y su consenso.
Varios países han anunciado una serie de nuevas políticas económicas internas para recuperarse del nuevo coronavirus y superar las divisiones internas. En los Estados Unidos se aprobó en noviembre la Ley Bipartidista de Empleo e Inversión en Infraestructuras mientras que el proyecto de ley “Reconstruir Mejor (Build Back Better)”, un proyecto para reforzar la red de seguridad social y luchar contra el cambio climático sigue siendo coordinado en el Congreso (a fecha de marzo de 2022). En enero, la UE también puso en marcha la “Próxima Generación UE” (Fondo de Recuperación), un plan de recuperación económica pos-COVID-19. Queda por ver qué impacto tendrán estas nuevas políticas en el panorama social e incluso en la política exterior de cada país.
- Note 1 Sesgo de confirmación/Sesgo confirmatorio: La tendencia, cuando se comprueba la veracidad de una hipótesis, a seleccionar preferentemente la información que apoya la hipótesis de entre una gran cantidad de información y a devaluar o ignorar la información que rechaza la hipótesis (fuente: Diccionario de Términos de Noticias de la Actualidad).
(b) Reconstrucción del orden económico
La economía mundial, que se ha visto muy afectada por la pandemia, ha dado muestras de recuperación, pasando de un crecimiento negativo del 3,1 % en 2020 a una previsión de crecimiento positivo del 5,9 % en 2021 (ambos anunciados por el Fondo Monetario Internacional (FMI)). Sin embargo, la situación sigue siendo imprevisible, ya que persisten factores inciertos, como la preocupación por las nuevas cepas mutantes, y la recuperación varía mucho de un país a otro y de una región a otra.
La vulnerabilidad de la cadena de suministro que se ha evidenciado como resultado del COVID-19 no solo retrasa la recuperación económica, sino que también fomenta la implementación de medidas unilaterales de restricción del comercio por parte de los países que dan prioridad a garantizar los bienes esenciales a nivel nacional.
Si bien la aparición de nuevos mercados en crecimiento, como los sectores digitales y del cambio climático, constituye una fuente de esperanza para la economía mundial, también pone de manifiesto los retos que hay que afrontar. En el sector digital, es urgente crear normas internacionales para la realización de un “Flujo Libre de Datos con Confianza” (DFFT en sus siglas en inglés) y medidas de seguridad cibernética para la gestión de riesgos, con el fin de aprovechar plenamente el potencial del sector digital. Además, a medida que se van produciendo cambios en las políticas de muchos países para hacer de la transición a una sociedad descarbonizada una nueva oportunidad económica, van surgiendo retos, como la necesidad de asegurar el suministro estable de los recursos energéticos y minerales necesarios.