Libro Azul Diplomático 2022

2 Perspectivas de la política exterior de Japón

Mientras la comunidad internacional se enfrenta a un punto de inflexión en la historia, Japón debe promover la diplomacia en colaboración con otros países y regiones para alcanzar sus propios objetivos.

Japón ha seguido sistemáticamente la senda de un Estado amante de la paz desde el final de la Segunda Guerra Mundial, contribuyendo a la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico y en la comunidad internacional. Japón ha proporcionado cooperación al desarrollo a los países en desarrollo basándose en el principio de la seguridad humana, y ha abordado cuestiones mundiales, como la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)(Note 2), liderando la elaboración de normas internacionales y apoyando la creación de capacidades en los países en desarrollo. Japón también ha contribuido a los esfuerzos de desarme, no proliferación y consolidación de la paz internacional. La “confianza” que Japón ha ganado del mundo gracias a estos esfuerzos es la piedra angular de la diplomacia japonesa actual.

La reciente agresión de Rusia contra Ucrania amenaza los propios cimientos del orden mundial, que la comunidad internacional ha construido durante un largo periodo de duro trabajo y mucho sacrificio. Según cómo se desarrolle la situación, el mundo y Japón se enfrentarán a la mayor crisis de la posguerra. Los cambios unilaterales del statu quo por la fuerza, como este, no deben permitirse nunca en ninguna región. Las decisiones y acciones de la comunidad internacional, incluido Japón, determinarán el curso futuro del orden internacional.

En su Política Básica, el Gabinete Kishida afirma que, sobre la base de esta “confianza”, está dispuesto a defender valores universales como la libertad, la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho; a defender con determinación el territorio, las aguas territoriales y el espacio aéreo de Japón, así como la vida y los bienes de sus ciudadanos; a afrontar retos globales como el desarme nuclear y la no proliferación y el cambio climático; a contribuir a la humanidad; y a liderar la comunidad internacional. La declaración también afirma que Japón desarrollará su diplomacia y seguridad con la determinación de liderar la comunidad internacional. Con estas “tres resoluciones”, Japón abrirá una nueva frontera de la diplomacia japonesa defendiendo una postura equilibrada y estable con una gran capacidad de respuesta en una situación internacional cada vez más grave y compleja. Japón reforzará su solidaridad con los socios que comparten valores universales y liderará los esfuerzos de la comunidad internacional para contrarrestar los intentos de cambiar unilateralmente el statu quo por la fuerza.


  • Note 2 SDGs : Sustainable Development Goals

(1) Respondiendo a un entorno de seguridad cada vez más grave

La alianza Japón-Estados Unidos es el eje de la política exterior y de la seguridad nacional de Japón, y tiene un papel clave en la paz y la prosperidad de la región y de la comunidad internacional. Esta alianza va adquiriendo mayor importancia conforme van aumentando las tensiones y la incertidumbre en la seguridad de la región.

Desde la toma de posesión de la administración Biden en enero y hasta finales de febrero de 2022, Japón y Estados Unidos han mantenido frecuentes conversaciones políticas de alto nivel, incluyendo ocho cumbres (entre ellas tres conferencias telefónicas y una videoconferencia); 15 reuniones de ministros de Exteriores (incluyendo nueve conferencias telefónicas) y dos reuniones “2+2” (incluyendo una en línea), con la finalidad de unificar las políticas. Gracias a estos esfuerzos la alianza es más fuerte que nunca. A la vez que se refuerzan aún más las capacidades de disuasión y de respuesta de la alianza, ambos países colaborarán estrechamente y cooperarán en cuestiones como garantizar la paz y la seguridad en Japón, hacer realidad un “Indo-Pacífico libre y abierto (FOIP en sus siglas en inglés) (Note 3)” y hacer frente al COVID-19 y al cambio climático, basándose en la sólida relación de confianza entre los dos países.

En este contexto, Japón y Estados Unidos seguirán colaborando estrechamente en el reajuste de las fuerzas estadounidenses en Japón, incluido el traslado de la base aérea de Futenma a Henoko, con el fin de reducir la carga sobre Okinawa y otras comunidades locales y, al mismo tiempo, mantener la disuasión de las fuerzas estadounidenses en Japón.

Para hacer frente al severo entorno de seguridad que rodea a Japón, este país también necesita reforzar fundamentalmente su propia capacidad de defensa, y es importante revisar la Estrategia de Seguridad Nacional, los Programas de Defensa y el Plan de Desarrollo de las Fuerzas de Defensa a medio plazo.


  • Note 3 FOIP : Free and Open Indo-Pacific

(2) Impulsar “Un Indo-Pacífico libre y abierto”

La región del Indo-Pacífico es el centro de del dinamismo mundial, con màs de la mitad de la población del planeta y, al mismo tiempo, es una región que ha experimentado complejas dinámicas de poder y cambios drásticos en el equilibrio de poder. Es importante impulsar un orden libre y abierto basado en el imperio de la ley en esta zona que contribuya a la paz y la prosperidad de esta región y del mundo.

Con esta convicción, Japón ha desarrollado iniciativas estratégicamente y en colaboración con los países afines, con la finalidad de hacer realidad “Un Indo-Pacífico libre y abierto” basado en el imperio de la ley. La visión, ahora compartida por Estados Unidos, Australia, India, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Unión Europea (UE) y los países europeos, está consiguiendo un amplio apoyo internacional. Se impulsan todo tipo de reuniones y colaboraciones al respecto con una importancia cada vez mayor con vistas al futuro post-COVID-19. Japón continuará fomentando el diálogo en diferentes marcos tanto bilaterales como multilaterales, incluyendo la reunión del grupo Quad conformada por Japón, Estados Unidos, Australia e India.

(3) Relaciones con los países vecinos y otros

Para la paz y la prosperidad de Japón es importante generar relaciones estables con los países vecinos.

<China>

Hay varios asuntos preocupantes entre Japón y China, precisamente por ser países vecinos. Cualquier intento de cambiar unilateralmente el statu quo en el mar de China Oriental, incluidas las aguas que rodean las Islas Senkaku, es totalmente inaceptable y Japón continuará abordando la situación con un enfoque sosegado y con determinación.

Al mismo tiempo, Japón es consciente de que las relaciones bilaterales son importantes no solo para ambos países, sino también para la paz y la prosperidad de la región y la comunidad internacional. Mantendremos y defenderemos nuestra posición con firmeza y pediremos encarecidamente a China que actué de forma responsable. Al mismo tiempo, cooperaremos en asuntos de interés común. Es importante que tanto China como Japón realicen esfuerzos para construir unas relaciones constructivas y estables.

<Corea del Sur>

Corea del Sur es un importante país vecino. Es imprescindible la colaboración bilateral entre Japón y Corea del Sur, así como la trilateral entre Japón, Estados Unidos y Corea del Sur a la hora de actuar ante Corea del Norte y, también, en pos de la estabilidad de la región. Las relaciones entre ambos países, sin embargo, siguen siendo extremadamente delicadas a raíz de cuestiones que incluyen a los antiguos trabajadores civiles procedentes de la península de Corea y a las llamadas “mujeres de consuelo”. Sin embargo, la situación no debería seguir así. El cumplimiento de compromisos contraídos entre ambos países es una de las condiciones esenciales en las relaciones entre países. Japón, para normalizar las relaciones con aquel país y desde su posición siempre coherente, le exigirá que actúe correctamente en estos asuntos. En cuanto a Takeshima, la isla pertenece a Japón como parte inherente de su territorio, lo cual está claro tanto a la luz de los hechos históricos como de acuerdo con el derecho internacional. Por lo tanto, nuestro país responderá contundentemente ante cualquier planteamiento contrario a su postura fundamental.

<Rusia>

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, es un desafío a los principios básicos de la comunidad internacional de que el cambio unilateral del statu quo actual por la fuerza es inaceptable y amenaza el orden mundial posterior a la Guerra Fría. Japón se unirá a los países del G7 y a la comunidad internacional para exigir a Rusia la retirada de sus tropas del territorio ucraniano y el cese de todos los actos que violan el derecho internacional, y demostrará que el conjunto de acciones emprendidas por Rusia tendrá un alto precio mediante la aplicación de sanciones impuestas en cooperación con otros países.

La cuestión de los Territorios del Norte es la mayor preocupación en las relaciones entre Japón y Rusia. Este asunto aun no se ha resuelto pese a los más de 75 años transcurridos después de la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno de Japón sigue comprometido con su posición sobre la cuestión de los Territorios del Norte y su voluntad de responder a los deseos de los antiguos residentes de las islas, de edad avanzada. Sin embargo, en las circunstancias actuales con la agresión de Rusia a Ucrania, Japón no está ahora en condiciones de hablar de las perspectivas para negociar un tratado de paz. Ante todo, Japón insta encarecidamente a Rusia a que se tome en serio la condena de la comunidad internacional, retire sus tropas inmediatamente de Ucrania y cumpla con el derecho internacional.

<Búsqueda de soluciones a las cuestiones pendientes por resolver sobre Corea del Norte>

Respecto a las relaciones con Corea del Norte, Japón pretende resolver de forma integral diversos problemas, como los secuestros, las armas nucleares y los misiles, y aclarar el desafortunado pasado de acuerdo con la Declaración de Pyongyang Japón-Corea del Norte, y llevar a cabo la normalización de las relaciones diplomáticas. Japón seguirá trabajando estrechamente con Estados Unidos y Corea del Sur, y en colaboración con la comunidad internacional, para promover la plena aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de la Seguridad de la ONU y aspirar a la completa desnuclearización de Corea del Norte.

Los secuestros de ciudadanos japoneses por parte de Corea del Norte son un asunto de gravedad que compromete la soberanía de Japón, la vida y seguridad del pueblo japonés, y que a la vez constituyen una cuestión de alcance universal para toda la comunidad internacional pues implican una clara violación de los derechos humanos más básicos. Por eso, Japón da la máxima prioridad a la resolución del asunto de los secuestros y trabajará en ella como hasta ahora, contando con la estrecha colaboración de los países interesados, como Estados Unidos, y esforzándose al máximo por repatriar cuanto antes a todos los secuestrados.

(4) Desafíos para la diplomacia regional

Es importante reforzar las relaciones con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) con vistas a la estabilidad y la prosperidad de toda la región indopacífica. Estos países, ubicados en el centro de la región, juegan un papel protagonista para lograr un “Indo-Pacífico libre y abierto”. En el año 2023, con motivo del 50º aniversario del Tratado de Amistad y Cooperación entre Japón y la ASEAN, Japón desarrollará estrategias de cooperación específicas con la finalidad de impulsar un “Indo-Pacífico libre y abierto” y “Perspectivas de la ASEAN sobre el Indopacífico” (AOIP), los dos conceptos que comparten los mismos principios básicos: profundizar en las relaciones con la asociación y entrar en una nueva fase de cooperación más profunda. En cuanto a la situación en Myanmar, Japón se esforzará, en cooperación con la comunidad internacional, por superarla situación de estancamiento.

2022 es el Año de Intercambio Japón-Asia Suroccidental. Con motivo de este año especial Japón seguirá profundizando en los intercambios con los países del sudoeste asiático, que son socios importantes en la realización del Indo-Pacífico libre y abierto, mediante visitas de mandatarios y la celebración de diversos actos por parte del sector público y privado.

En los últimos años la situación internacional en los Estados de Oriente Medio ha experimentado grandes cambios. La paz y la estabilidad de esta región se han vuelto cada vez más relevantes para mantener la paz y la prosperidad de la comunidad internacional. Además, dado que Japón importa entorno al 90% de petróleo de esta zona, es de suma importancia promover la estabilided de Oriente Medio, ya que la región es una fuente principal de suministro energético al mundo, y garantizar la seguridad de la navegación marítima. Japón seguirá aportando variados recursos diplomáticos para contribuir a la distensión y la estabilización de Oriente Medio, contando con los fuertes lazos de alianza con Estados Unidos y las relaciones de amistad de largos años con los países de la región. Ante la situación actual de Afganistán, Japón seguirá igualmente esforzándose por la estabilización de este país y de otras naciones vecinas, en estrecha colaboración con los países involucrados, mediante apoyo humanitario e intentos de diálogo con los talibanes.

Aunque África ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, se enfrenta a muchos retos. Japón lleva años contribuyendo al desarrollo de África a través de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD), que cuenta con una historia de más de un cuarto de siglo. En plena pandemia, que afecta gravemente a la sociedad y economía del continente africano, se requiere una mayor cooperación a nivel internacional en solidaridad con África. Japón apoyará firmemente la iniciativa propia de África por su crecimiento en la VIII TICAD (TICAD8), prevista en 2022, y trazará una ruta para el desarrollo africano con vistas también a la era pos-COVID-19.

Los países latinoamericanos son importantes socios de Japón que comparten los mismos valores universales y tienen una fuerte presencia en el escenario internacional. Japón cooperará con estos países para mantener y fortalecer el orden mundial libre y abierto. De igual forma, teniendo en cuenta la importancia económica, incluyendo la abundancia de recursos minerales y alimenticios de esta región, Japón también trabajará para fortalecer ampliamente sus relaciones, contando también con la cooperación de la comunidad Nikkei (inmigrantes japoneses y sus descendientes).

Ante el 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con los países de Asia Central y el Cáucaso que se celebra en 2022, Japón reforzará aún más sus relaciones, como socios en el mantenimiento y fortalecimiento del orden internacional basado en normas, que aspiran a un desarrollo libre, abierto y sostenible.

(5) Expansión del orden económico libre y justo

Mientras que el COVID-19 sigue generando estancamiento e incertidumbre en la economía mundial, esta se enfrenta a nuevos factores que traspasan el ámbito estrictamente económico y pueden comprometer a la seguridad nacional como, por ejemplo, una mayor generalización del proteccionismo, la aparición de innovadoras tecnologías civiles que podrían tener un uso militar, los crecientes movimientos encaminados a aprovechar las interdependencias económicas para asegurar los intereses estratégicos de un país, etc. En este nuevo contexto, Japón como país abanderado del libre comercio, seguirá liderando los esfuerzos internacionales para desarrollar un orden económico libre y justo. Al mismo tiempo, y de manera complementaria a estos esfuerzos el Gobierno de Japón en su conjunto está trabajando en varias cuestiones relativas a la seguridad económica. Basándose en el derecho internacional, Japón impulsará activamente la cooperación con países aliados y afines y contribuirá a la formación de normas para responder a los nuevos desafíos.

Japón ha intentado mantener y reforzar el sistema multilateral de comercio exterior basado en normas frente a la tendencia mundial proteccionista. En cuanto al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11), se ha vuelto más importante mantener altos estándares del tratado ahora que han solicitado oficialmente la adhesión al tratado China, Taiwán y Ecuador, siguiendo el Reino Unido. E igualmente Japón tratará de asegurar la completa ejecución del tratado de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) que entró en vigor en enero de 2022; a la vez Japón liderará los esfuerzos para reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC) como base del sistema multilateral de comercio exterior e intensificará la contribución al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Japón seguirá esforzándose por garantizar el suministro de recursos energéticos y minerales, y apoyar el desarrollo de negocios de empresas japonesas en el extranjero. Respecto a las restricciones de los alimentos japoneses, ha habido grandes avances en muchos países y regiones donde se levantaron o rebajaron las restricciones, y Estados Unidos levantó en septiembre todas las medidas de restricción a los alimentos japoneses. El Gobierno de Japón trabajará conjuntamente para lograr el levantamiento total de tales restricciones en todos los países y regiones del mundo. También seguirá trabajando enérgicamente para lograr el éxito de la Expo Osaka-Kansai en 2025.

Hay que impulsar el “flujo libre de datos con confianza” para que todos puedan tener acceso fácil al sector digital que va cobrando cada vez más importancia en la época pos-COVID-19. Para tal fin Japón seguirá ejerciendo el liderazgo junto con los países involucrados y la OCDE en las negociaciones de la OMC sobre las transacciones en línea y otros procesos para establecer reglas internacionales. Al mismo tiempo, impulsará medidas que sean eficaces contra la ciberdelincuencia y fortalecerá el Estado de derecho en el ciberespacio.

Respecto al espacio, impulsará igualmente, en colaboración con Estados Unidos y otros países que comparten las mismas inquietudes, el establecimiento de normas internacionales y la cooperación a nivel mundial que aseguren su uso sostenible y estable.

(6) En busca de soluciones a los retos globales

Un solo país no puede enfrentar problemas globales tales como la salud global, el medio ambiente y el cambio climático, el desarme y la no proliferación, los derechos humanos, la construcción de la paz, los residuos plásticos en el mar, la conservación de la biodiversidad, los desplazados y refugiados, la lucha contra el terrorismo, la igualdad de género, etc., sino que toda la comunidad internacional en bloque tendrá que hacerlo. Japón seguirá apostando por la cooperación internacional bajo los principios de la seguridad humana; contribuirá a que se cree una sociedad donde prevalezcan la libertad, la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho como valores universales; a que quede protegida la población más vulnerable, y a que cada uno pueda expresar su máximo potencial. Al mismo tiempo, acelerará los esfuerzos en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el “Indo-Pacífico libre y abierto”, e impulsará como parte de esta estrategia, la puesta en marcha de los “Principios del G20 para la Inversión en Infraestructuras de Calidad”.

<Salud global>

El sector sanitario es sumamente importante porque la salud “protege” a la persona y “hace florecer su capacidad”. Es una plasmación de la seguridad humana. Bajo la promesa de “No dejar a nadie atrás”, Japón ha promovido la “Cobertura Universal de Salud”. En diciembre presidió la Cumbre de Tokio sobre Nutrición para el Crecimiento 2021, que estableció la dirección de los futuros esfuerzos de la comunidad internacional para mejorar la nutrición. Para poner fin a la pandemia, Japón seguirá impulsando el acceso igualitario a las vacunas, medicamentos de diagnóstico y tratamiento para todas las personas, incluidas, las de los países en desarrollo, a la vez que fortalecerá el sistema internacional de preparación y respuesta a futuras pandemias, e intentará lograr una cobertura universal de salud más resiliente, más justa y más sostenible.

<Cambio climático>

La respuesta al cambio climático va cobrando mayor importancia de cara a la recuperación pos-COVID-19 y como motor generador del crecimiento en la nueva era. El primer ministro Kishida asistió a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada desde el 31 de octubre en el Reino Unido. Calificó esta década de ahora a 2030 de “10 años decisivos”, con un llamamiento a todos los Estados partes para que adopten ambiciosas medidas contra el cambio climático. Basándose en el resultado de las negociaciones de la COP26, Japón seguirá firmemente con los esfuerzos por alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, y ejercerá el liderazgo para dirigir a la comunidad internacional hacia una sociedad libre de carbono mediante la puesta en marcha del Acuerdo de París con firmeza.

<Desarme y no proliferación>

Japón tiene el deber de liderar los esfuerzos de la comunidad internacional para hacer realidad un mundo sin armas nucleares como único país víctima de una bomba atómica en la guerra. En este sentido se ha ofrecido como puente entre los países con posiciones distintas, y ha desarrollado estrategias realistas y prácticas teniendo en cuenta la seguridad nacional del país. Japón da la máxima prioridad al mantenimiento y consolidación del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), un mecanismo básico para el desarme y la no proliferación nuclear a nivel mundial. Por ello, contribuirá al avance de una negociación internacional que produzca resultados significativos en la Décima Conferencia de Revisión del TNP. Además, Japón mantiene y refuerza el mecanismo y las reglas internacionales de no proliferación, pone en práctica adecuadamente las medidas nacionales para este fin, estrecha la relación de cooperación y apoyo al aumento de capacidad de cada uno de los países del mundo, y de esta forma apuesta por la no proliferación nuclear.

<Derechos humanos>

Hay una creciente preocupación internacional sobre la situación de los derechos humanos en varios lugares del mundo. La protección y promoción de los derechos humanos constituye la base para la paz y estabilidad en la comunidad internacional. La protección de los derechos humanos, como valor universal, es una obligación fundamental de todos los países, independientemente de la forma para lograr el objetivo o de los diferentes sistemas políticos. Japón ha criticado duramente las violaciones graves de los derechos humanos, a la vez que ha apoyado los esfuerzos de los países por defenderlos ofreciendo diálogo y cooperación. Japón se basará en este tipo de experiencias propias acumuladas durante años para desarrollar su particular diplomacia humanista, y estará pendiente siempre de la situación internacional de cada momento.

<Refuerzo de la cooperación con las Naciones Unidas y otros organismos internacionales y reforma del Consejo de Seguridad de la ONU>

Japón ha venido realizando importantes aportaciones al mantenimiento de la paz y a la seguridad de la comunidad internacional mediante el apoyo a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU (OMP) y el desempeño de su papel como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de dicha organización en 11 ocasiones, el mayor número entre los países miembros de la organización. Transcurridos más de 75 años desde su fundación, es urgente hacer una ONU más eficiente y eficaz acorde al siglo XXI. Para ello, Japón trabajará de modo que comiencen las negociaciones orientadas a concretar la reforma del Consejo de Seguridad. La invasión rusa de Ucrania del mes de febrero de 2022 ha demostrado claramente que el Consejo de Seguridad no puede responder adecuadamente a las funciones que le exige la comunidad internacional. Por otro lado, Japón aspira a ser elegido miembros no permanentes del Consejo de Seguridad en las elecciones que se celebrarán en 2022. A su vez, Japón ha venido contribuyendo a las Naciones Unidas y a otros organismos internacionales en sus esfuerzos por resolver todo tipo de problemas, con planificación de estrategias, pago de cuotas y aportaciones económicas, así como con el envío de recursos humanos a todos los niveles. Japón intentará aumentar el número de funcionarios y puestos directivos ocupados por japoneses.

(7) Fortalecimiento de la capacidad diplomática global

Para desarrollar una diplomacia con alta capacidad de respuesta y con una posición equilibrada y estable en las áreas clave de la diplomacia descritas anteriormente, también es importante reforzar el sistema de implementación de la política exterior, incluyendo la estructura de recursos humanos, recursos financieros y la promoción de la transformación digital. Además, en medio del continuo impacto del COVID-19, Japón seguirá relizando todas las acciones posibles para garantizar las medidas de cuarentena en zonas fronterizas y la seguridad de los ciudadanos japoneses en el extranjero. Al mismo tiempo, el Gobierno desarrollará enérgicamente una comunicación externa estratégica para conseguir la comprensión y el apoyo de la comunidad internacional a las políticas, iniciativas y posiciones de Japón, y se esforzará por aspirar el círculo de personas con gran afinidad o conocimiento de Japón así como fortalecer la cooperación con la comunidad japonesa Nikkei (comunidad de inmigrantes japoneses y sus descendientes).

Desarrollo y perspectivas de las relaciones entre Japón y América Latina y el Caribe

Antigua, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad en Guatemala. Japón presta Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para la protección de muchos bienes culturales en América Latina y el Caribe, incluido este sitio Patrimonio de la Humanidad. (@INGUAT)Antigua, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad en Guatemala. Japón presta Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para la protección de muchos bienes culturales en América Latina y el Caribe, incluido este sitio Patrimonio de la Humanidad. (@INGUAT)

2021 fue un año de profundización de las relaciones entre Japón y América Latina y el Caribe. Muchos recordarán que el equipo de boxeadores cubanos conquistó el mayor número de medallas en cuatro categorías de peso del boxeo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, y que la selección nacional de Brasil ocupó el séptimo lugar en términos de medallas de oro ganadas en los Juegos Paralímpicos. Y no nos faltaron episodios gratos del atleta jamaicano que se equivocó de autobús para trasladarse al estadio, pero que, gracias al personal japonés llegó a tiempo para competir y ganó una medalla de oro. Además, pese a las restricciones por la COVID-19, se produjeron intercambios entre los atletas y sus ciudades anfitrionas.

Reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores, Motegi, y la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier (5 de enero, México).Reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores, Motegi, y la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier (5 de enero, México).

En cuanto a las relaciones diplomáticas, también fue un año fructífero para Japón y los países latinoamericanos y del Caribe. Pese a que la diplomacia presencial se vio muy limitada, el ministro de Asuntos Exteriores Motegi visitó en enero México, Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil, y en julio, Guatemala, Panamá y Jamaica. Fue la primera vez que un ministro de Asuntos Exteriores visitaba tantos países, ocho en total. Durante su visita a Guatemala, mantuvo diálogos regionales con ocho países centroamericanos, y en Jamaica celebró una reunión en formato híbrido, presencial y virtual, con 14 países del Caribe. Aparte, la vicepresidenta y canciller de Colombia y el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay visitaron Japón en noviembre, y también se llevaron a cabo otras reuniones virtuales, lo que supuso un año caracterizado por un intenso diálogo sin precedentes entre Japón y los países de América Latina y el Caribe.

Visita de cortesía del ministro de Asuntos Exteriores, Motegi, al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (4 de enero, Brasil).Visita de cortesía del ministro de Asuntos Exteriores, Motegi, al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (4 de enero, Brasil).

Este intenso diálogo gira en torno a cuestiones comunes a la comunidad internacional que Japón y los países latinoamericanos y del Caribe deben afrontar juntos. Japón les explicó su firme apuesta por un “Indo-Pacífico libre y abierto” e hizo un llamamiento para que se unan a los esfuerzos en ese sentido y colaboren todos juntos para mantener y extender el orden internacional libre y abierto basado en el Estado de derecho. Asimismo, Japón insistió en la importancia de cooperar en la esfera internacional, incluida la ONU, para hacer frente a los desafíos globales como el COVID-19, los desastres naturales y el cambio climático. También les solicitó que mejoren las condiciones de negocio para las empresas japonesas que operan en América Latina y el Caribe. Los profundos debates presenciales entre los ministros de Asuntos Exteriores fueron especialmente fructíferos, puesto que los países manifestaron su comprensión y colaboración en todos estos temas importantes.

A pesar de la distancia geográfica, existe una predisposición para este tipo de intercambios en profundidad entre Japón y los países latinoamericanos y del Caribe. En América Latina, los emigrantes japoneses y sus descendientes, conocidos como “Nikkei”, llevan más de cien años construyendo “puentes”, promoviendo así un sentimiento de afinidad hacia Japón. A día de hoy, la presencia de la comunidad de descendientes japoneses sigue siendo muy importante. A su vez, la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe comparten con Japón valores fundamentales como la libertad, la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos, y muchos de ellos, incluidos los Estados insulares del Caribe, dan importancia a un orden marítimo libre y abierto. También comparten con Japón una alta incidencia de catástrofes naturales, como terremotos, erupciones volcánicas y huracanes, y aprecian mucho la cooperación en la reducción de riesgos de desastres y en otros ámbitos en los que Japón posee conocimientos y experiencia.

Además, la región de América Latina y el Caribe, una de las principales productoras de minerales, energía y recursos alimentarios del mundo, mantiene desde hace tiempo relaciones comerciales mutuamente complementarias con Japón. En los últimos años, se han firmado numerosos acuerdos de asociación ecónomica, y, la región ha adquirido cada vez más importancia como base de fabricación que da apoyo a la cadena de suministro mundial, y muchas empresas japonesas se están instalando en la región. Últimamente, las innovaciones tecnológicas en áreas como las telecomunicaciones han ampliado las posibilidades de colaboración, y también se espera que se profundice la cooperación en materia de energía limpia y economía verde.

Por otra parte, los países latinoamericanos y del Caribe también se enfrentan a graves desafíos. Además de la seguridad y las catástrofes naturales, en algunas naciones persisten problemas como la corrupción, y retos estructurales como la desigualdad y la pobreza se han convertido en un lastre para el desarrollo y en un factor desestabilizador de la coyuntura regional. Los daños causados por el COVID-19, más graves en la región en comparación con otras partes del mundo, han empeorado esta situación.

Hasta la fecha, Japón ha estado intensificando los lazos (conectividad) con América Latina y el Caribe bajo los tres principios rectores “¡Juntos!”, es decir, profundizar y desarrollar juntos las relaciones económicas, desempeñar juntos un papel de liderazgo en la escena internacional, y inspirar juntos promoviendo los intercambios personales. En un momento en el que el mundo y los países de América Latina y el Caribe se enfrentan a dificultades, reforzaremos aún más nuestra larga amistad mediante un estrecho diálogo que supere las distancias, y seguiremos trabajando juntos como socios con valores compartidos, uniendo nuestra sabiduría para hacer frente a los nuevos desafíos.