A la hora de llevar a cabo nuestra cooperaci�n con los pa�es latinoamericanos, Jap�n concede importancia tanto al apoyo a los reg�enes democr�ticos recientemente consolidados en la regi�n, como a la necesidad de reformas econ�micas que permitan la transici�n hacia una econom�} de mercado, y a los esfuerzos por resolver los problemas de car�cter global, como es, por ejemplo, la degradaci�n del medio ambiente.
(1) Apoyo a la democratizaci�n
Se ha puesto de manifiesto el �xito en los procesos de
democratizaci�n latinoamericana a trav�s de las sucesivas
elecciones que se han venido efectuando desde 1994, y a cuyo
desarrollo nuestro pa� ha contribuido no s�lo mediante su
aporte financiero sino tambi�n con el env� de la misi�n
observadores electorales a trav�s de la ONU y la OEA. Por otra
parte, nuestro pa� coopera tambi�n en el �rea de la
capacitaci�n humana organizando cursos de estudio tales como el
"Seminario de Estudio sobre Democratizaci�n" y el de
"T�cnicas de Administraci�n y Procesos Electorales".
Jap�n se suma, de este modo, a los esfuerzos democratizadores de
los pa�es latinoamericanos.
(2) Apoyo a la reforma econ�mica
Los �dices macroecon�micos de todos los pa�es
latinoamericanos han mejorado notablemente en comparaci�n con
los correspondientes a la "d�cada perdida", de modo
que en la actualidad, la situaci�n de la econom�}
latinoamericana en general va por buen camino, y se considera la
presente d�cada como la de la estabilidad y el desarrollo. Sin
embargo, es tambi�n cierto que todos los pa�es se enfrentan,
en mayor o menor medida, a diversos problemas, por lo que es de
desear que: (1) se aplique una pol�ica encaminada a contener la
inflaci�n manteniendo una alta tasa de crecimiento; (2) que se
corrija la brecha interregional y las diferencias salariales; (3)
que se fomente el desarrollo de la industria exportadora y de la
peque�a y mediana empresa; (4) que se lleve a cabo una mejora de
las infraestructuras; (5) que se elimine la pobreza estructural;
y (6) que se asequre y mejore el orden p�blico. Nuestro pa�
tiene la pol�ica de contribuir positivamente a los esfuerzos de
los pa�es latinoamericanos para resolver estos problemas.
En la regi�n latinoamericana, Jap�n promover�Ela cooperaci�n bilateral con EE.UU, incluyendo el USAID y las ONG (Organizaciones No Gubernamentales), ante problemas de car�cter global, tales como el del medio ambiente, la ayuda a la mujer, la droga (cooperaci�n para el desarrollo de cultivos alternativos), la poblaci�n y el SIDA.
Jap�n pone un un �nfasis especial en la importancia de los siguientes factores:
(b) Asistencia Comunitaria
Jap�n extiende una asistencia financiera no reembolsable
de 50 a 100 mil d�lares en cada caso para la
realizaci�n de los proyectos de desarrollo social que
ejecutan las ONG y las comunidades locales en los pa�es
en v�}s de desarrollo, para responder adecuadamente a
las necesidades de cooperaci�n. Pese a su peque�a
escala, este tipo de asistencia comunitaria es altamente
apreciada por sus beneficiarios como ayuda r�pida.
Hasta ahora esta ayuda se ha realizado en pa�es donde
la renta per c�pita es baja excluyendo a los pa�es
latinoamericanos. Sin embargo, en el futuro cercano se
ampliar�Ea los pa�es cuyo nivel de renta per c�pita
sea relativamente alto (criterio de ampliaci�n: el
m�ximo nivel de la renta per c�pita es de 5.000
d�lares) con una aplicaci�n limitada a los casos que
beneficien directamente a las clases sociales m�s
desfavorecidas, por ejemplo, en el campo de las
condiciones b�sicas humanas como la asistencia m�dica.
En los �ltimos a�os ha aumentado el n�mero de pa�es latinoamericanos que cooperan con sus vecinos (lo que se denomina "Cooperaci�n de Sur a Sur"). Nuestro pa� apoyar�E activamente tal modalidad de cooperaci�n. Concretamente cooperar�Een la transformaci�n de pa�es en v�}s de desarrollo en pa�es colaboradores, mediante "los cursillos en un tercer pa�", en los que se trasfieren los resultados de nuestra cooperaci�n t�cnica a otros pa�es en v�}s de desarrollo y a trav�s de los programas de env� de "expertos a terceros pa�es", de acuerdo con los cuales se env�}n los expertos capacitados de pa�es en v�}s de desarrollo junto con japoneses a los dem�s pa�es en v�}s de desarrollo.
1. En 1995 la AOD japonesa a la regi�n latinoamericana ascendi�Ea 1,141,550,000 d�lares, cantidad que represent�Eel 10.8% de la totalidad de la AOD japonesa (unos 10,600 millones de d�lares) correspondiente a ese a�o otorgada bilateralmente.
2. El an�lisis de la composici�n de nuestra AOD por modalidades de cooperaci�n muestra que a principios de los a�os setenta la asistencia financiera reembolsable representaba el 70% del total, la cooperaci�n t�cnica, el 20%, y la asistencia financiera no reembolsable s�Elo un 10%. Posteriormente, la proporci�n de la cooperaci�n t�cnica y la financiera no reembolsable fueron aumentando paulatinamente hasta que, en 1995, la asistencia financiera reembolsable ocupaba el 38.7%, mientras que la cooperaci�n t�cnica y la financiera no reembolsable representaban el 32.9% y el 28.4%, respectivamente. De modo que la AOD japonesa destinada a la regi�n latinoamericana se caracteriza por la alta proporci�n de cooperaci�n t�cnica en comparaci�n con otras regiones, como consecuencia de la existencia de muchos pa�es en esta regi�n que disfrutan de un alto nivel de renta. En el pasado, la asistencia financiera reembolsable del Jap�En sol�} ser de unos 100 millones de d�lares al a�o, principalmente en el campo de la infraestructura econ�mica, por ejemplo, transporte, energ�} y telecomunicaciones, as�Ecomo en el �rea agr�ola. Sin embargo, desde 1989 ha aumentado en mayor medida, en vista del hecho de que los pa�es latinoamericanos se esforzaron por la democratizaci�n y la reforma econ�mica en los �ltimos a�os. Ascendi�Enotablemente, de esta forma a 462,970,000 d�lares en 1991. Entre 1992 y 1995 esta ayuda financiera oscilaba entre los 200 y 400 millones de d�lares, ampliando el �rea de cooperaci�n destinada a la infraestructura a la del medio ambiente, especialmente en Brasil y M�xico se llevan a cabo los proyectos de cooperaci�n medioambiental.
La prestaci�n de asistencia t�cnica dirigida a los pa�es latinoamericanos ha sido, tradicionalmente, un �rea de cooperaci�n activa como consecuencia de la relativa presencia en Latinoam�rica de condiciones tales como la alta demanda de asistencia t�cnica, as�Ecomo la alta capacidad de asimilar los conocimientos t�cnicos. De ah�Eque la ayuda t�cnica proporcionada por Jap�n a la regi�n latinoamericana en 1995 fuera la segunda en importancia tras la brindada a Asia, situ�ndose Brasil y M�xico entre los diez primeros pa�es receptores m�s beneficiados por la cooperaci�n t�cnica japonesa.
La cooperaci�n financiera no reembolsable no s�lo se ha realizado en los sectores de la salud, la medicina, el bienestar social, el medio ambiente, el tansporte, las comunicaciones, la agricultura y la silvicultura, sino tambi�n en los sectores de la pesquer�} y la cultura, ascendiendo en 1995 a 324,020,000 d�lares, cantidad que representa un notable incremento con respecto al a�o anterior. Adem�s, para poder responder a una mayor diversidad de demandas de cooperaci�n, nuestro pa� est�E preparando la puesta en marcha de la cooperaci�n comunitaria incluso con los pa�es que no fueron objeto de cooperaci�n no reembolsable.