2 Acciones del Gobierno de Japón, incluido el Ministerio de Asuntos Exteriores En enero de 2020, el Gobieno de Japón creó la “Oficina de Asistencia contra los Contagios del Nuevo Coronavirus” para trabajar íntegramente contra la pandemia. A partir de dicho mes, el Gobierno, en estrecha coordinación con los órganos gubernamentales involucrados en esta tarea, ha intensificado el control fronterizo, ha apoyado la repatriación de los ciudadanos residentes en el extranjero y de la tripulación y turistas de cruceros, etc. En el mes de marzo, el entonces primer ministro Abe y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, alcanzaron el acuerdo para aplazar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. Ante la propagación del coronavirus, el Gobierno decretó el estado de emergencia en abril (que se levantó en mayo). Con esta medida el Gobierno solicitaba a sus ciudadanos que permanecieran en casa, excepto en casos necesarios y urgentes, así como el cierre de las escuelas, la reducción del horario de apertura de locales comerciales, la suspensión del uso de instalaciones recreativas, etc. Sin embargo, para minimizar el impacto negativo en la sociedad y la economía, estas medidas basadas en el estado de emergencia eran una “solicitud” por lo que no se contemplaba la prohibición de salir de casa ni sanciones a los infractores, lo cual era una situación diferente del confinamiento de ciudades que se aplicó en la mayoría de los países de Europa y Estados Unidos. Paralelamente, el Consejo de Ministros aprobó en el mismo mes un paquete de medidas económicas urgentes orientadas a combatir la pandemia que consiste en medidas internas, que buscan el mantenimiento del empleo y de las actividades empresariales y la reactivación de las actividades económicas, así como de cooperación internacional, como el apoyo a los países en desarrollo y el fomento del desarrollo de la medicina y las vacunas contra el COVID-19 etc. Y en diciembre aprobó otras medidas económicas integrales que incluyen la cooperación internacional con vistas al fin de la pandemia. El Gobierno de Japón ha introducido una amplia variedad de medidas contra la pandemia. Sin embargo, ante una nueva ola del COVID-19 que tuvo lugar desde noviembre, especialmente en la capital, Tokio, se decretó de nuevo en enero de 2021 el estado de emergencia para Osaka, Kioto y otras 8 prefecturas además de Tokio (en el mes de marzo se levantó el estado de emergencia en todas estas regiones). Cabe destacar que se modificó la legislación pertinente en febrero para poder penalizar a los hosteleros que se nieguen a ejecutar la orden oficial de reducir el horario comercial o cerrar sus locales, y a quienes se opongan a hospitalizarse pese a la recomendación al respecto. 1. Garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses residentes en el extranjero y prevenir contagios Una de las responsabilidades más importantes del Ministerio de Asuntos Exteriores es garantizar la seguridad de los japoneses residentes y viajeros en el exterior. El ministerio ofrece, de forma pertinente, información sobre los riesgos de enfermedades infecciosas*2, sobre la situación y el estado de avance de la enfermedad en cada país, restricciones de entrada y movimiento y otros datos pertinentes en su página web dedicada a la seguridad en el exterior, y también por medio de correos electrónicos. *2 La “información sobre los riesgos de enfermedades infecciosas” alerta de los países y regiones con riesgo de contagio de enfermedades infecciosas, incluido el COVID-19, de modo que los ciudadanos deben tener especial precaución a la hora de viajar y/o residir en dichos países. Nivel 1 : Deben tener suficiente precaución Nivel 2 : Se recomienda no viajar excepto en casos estrictamente necesarios y urgentes Nivel 3 : Suspendan su viaje (recomendación de no viajar) Nivel 4 : Evacúen, no viajen (aviso de evacuación) Tras las estrictas medidas de restricción de movimientos impuestas en Wuhan y en otras ciudades de la provincia de Hubei, en China, a finales de enero de 2020, el Gobierno de Japón envió un total de 5 vuelos chárter a la zona para ayudar a la repatriación de los japoneses residentes en dicha provincia actuando incluso antes que otros países. Todos los japoneses y sus familiares que desearon regresar lo hicieron con celeridad. Fueron 828 personas en total. Posteriormente, se dio la situación de que muchos países cerraron sus fronteras y/o suspendieron vuelos internacionales, por lo cual muchos japoneses no pudieron salir del país de residencia. A la vista de esta grave situación, el Ministerio de Asuntos Exteriores ofreció apoyo a los japoneses que querían regresar a Japón. En África, en aquel entonces, había pocos contagios en comparación con otros continentes. Sin embargo, muchos países de este continente se veían seriamente amenazados por los rápidos y masivos contagios, debido a su frágil sistema sanitario. En abril, las embajadas de Japón en los países africanos se coordinaron con agencias de viajes y terceros países para conseguir vuelos chárter, dieron apoyo con avisos e información y facilitaron los procedimientos de embarque a los ciudadanos japoneses retenidos en 15 países del continente africano y, gracias a esta compleja coordinación, unas 300 personas fueron, a través de las 10 rutas disponibles, primero a Adís Abeba, Etiopía, el único país africano que tenía vuelos regulares con otros países, de donde regresaron a Japón en vuelos regulares y chárter de la aerolínea Ethiopian Air. En medio de estas complejas gestiones se generó un buen ambiente de cooperación con otros países y zonas del mundo que también se esforzaban por prestar ayuda a la repatriación de sus ciudadanos. Por ejemplo, Polonia ofreció vuelos chárter contratados para repatriar a los polacos residentes en Japón, en los cuales unos 200 japoneses que vivían en aquel país viajaron a Japón. En Perú se consiguieron vuelos chárter para embarcar a los japoneses gracias a la coordinación conjunta de la Oficina Económica y Cultural de Taipei y la embajada del Japón en Perú, y unos 100 taiwaneses residentes en Rusia embarcaron junto con japoneses en un vuelo extraordinario de una aerolínea japonesa. También se desarrollaron buenas relaciones con Corea del Sur en África: unos 70 coreanos residentes en el oeste de África, etc. viajaron en vuelos chárter de las 10 rutas antes mencionadas y japoneses residentes en Kenia embarcaron en un vuelo extraordinario contratado por el Gobierno de Corea del Sur. De esta forma varios países se coordinaron en el continente africano para repatriar a sus ciudadanos. Hasta finales de noviembre de 2020 más de 12.000 japoneses regresaron de un total de 101 países a Japón con la ayuda y coordinación que les prestaron las embajadas y consulados de nuestro país repartidas por todo el mundo. Mapa de países de riesgo por enfermedades infecciosas A fecha de 26 de agosto (la situación más grave) Nivel 3: 159 países/regiones Nivel 2: el resto del mundo Operación de salida de los japoneses residentes en África “Milagro del Día del Niño” -Carrera de relevos por la vida entre Japón y Corea del Sur- La embajada de Japón en la India recibió un aviso urgente el día 3 de mayo. Por esas fechas, India había suspendido los servicios de vuelos regulares internacionales debido al estricto control fronterizo. Allí una niña coreana de 5 años presentaba síntomas de leucemia aguda y necesitaba regresar inmediatamente a su país para recibir atención médica urgente. Ante esta urgente situación que podía cambiar en cualquier momento, la embajada de Corea del Sur en la India agotó todas las posibilidades para salvar la vida de la niña y pidió ayuda a los cuerpos diplomáticos de otros países. La que le respondió inmediatamente y se ofreció para ayudar a repatriarla fue la embajada del Japón en la India. Los funcionarios de la embajada hicieron todos los esfuerzos por ayudar a la niña y a sus familiares. Pidieron a varios japoneses que cedieran a la niña y a los familiares sus asientos reservados de un vuelo exclusivo para repatriar a los japoneses, les facilitaron el visado de tránsito para el aeropuerto de Narita, de donde un vuelo partiría con destino a Corea del Sur y se coordinaron con la embajada de Corea del Sur en Tokio, la cual se encargaría de transportarlos del aeropuerto de Haneda al aeropuerto de Narita. La estrecha coordinación entre Japón y Corea del Sur dio sus frutos. El día 5 de mayo la niña coreana regresó, vía Japón, a su país, donde recibió la debida atención médica. Los medios de comunicación de ambos países publicaron estos hechos llamados el “Milagro del Día del Niño (coincidiendo con la festividad japonesa celebrada en ese día)” y la ministra coreana de Asuntos Exteriores, Kang Kyung-wha, envió una carta de agradecimiento al ministro Motegi. Estos hechos, en los que se involucraron muchas personas, tanto japonesas como coreanas, para salvar la vida de una niña, prendieron una luz de esperanza en el túnel sin salida, de momento, donde todo el mundo vive preocupado bajo la constante amenaza del COVID-19. WUHAN AISLADO Aoyama Takeo, Director Gerente de Nippon Steel Pipe Co., LTD. (antiguo viceadministrador general de la compañia Wisco-Nippon Steel Tinplate, S.L.. (WINSteel)(Wuhan)) En la mañana del 23 de enero, anunciaron sin previo aviso el confinamiento de la ciudad de Wuhan. Desde hacía unos días yo sentía que las autoridades chinas habían intensificado el control de la nueva neumonía (así la llamaban en aquel entonces), porque la gente de Wuhan de repente empezó a ponerse mascarillas, una medida de precaución que antes casi nadie tomaba. Pero nunca me imaginé que iban a cerrar completamente una ciudad tan grande como Wuhan, que cuenta con más de 10 millones de habitantes. Las estaciones de ferrocarriles y los aeropuertos quedaron bloqueados, los servicios del metro y autobuses suspendidos, e incluso se prohibió que los automóviles se trasladaran fuera de la ciudad, y se necesitaba pedir un permiso especial para moverse en automóvil dentro de la ciudad. Wuhan se convirtió literalmente en una “isla aislada en medio del continente”. Durante las fiestas del Año Nuevo Chino, yo tenía previsto regresar a Japón por unos días, pero ese viaje resultó ser imposible. Al principio no sabíamos qué iba a pasar; hubo muchos comentarios y una variedad de informaciones circularon en la comunidad japonesa. Como no hay consulado del Japón en Wuhan, lo primero que se hizo fue reunir a unos miembros de JETRO y de la Cámara de Comercio e Industria de Japón (incluidos los que estaban en Japón de vacaciones) y empezar a localizar a los japoneses que permanecían en la ciudad. Para esta tarea fue muy útil el chateo en grupo de la red social WeChat. Se formaron al principio muchos grupos pequeños, pero luego fueron uniéndose unos con otros hasta formarse un solo grupo de varios cientos de usuarios, lo cual contribuyó con facilidad y eficacia a formar la lista de personas que se quedaron en la ciudad, compartir información oficial del Gobierno japonés entre todos nosotros, etc. A primera hora de la mañana del 27 de enero, llegó por tierra desde Pekín a la ciudad el ministro extraordinario y plenipotenciario, el señor Ueno, acompañado de varios funcionarios de la embajada de Japón, quienes comenzaron los trámites para asegurar vuelos chárter contratados por el Gobierno. Creo que la lista arriba mencionada y la red social que teníamos fueron muy útiles para esta tarea. Yo tuve la suerte de viajar en el primer vuelo chárter. En toda esta experiencia noté claramente la presencia del “Estado”, concretamente de China y de Japón, cosa que apenas había sentido antes en mi vida cotidiana. Soy testigo de cómo trabajan en primera línea los funcionarios del ministerio y de la embajada para coordinar con autoridades chinas y me siento muy apoyado por ellos. Al mismo tiempo, quiero decir que nunca olvidaré la ayuda que nos brindaron algunos ciudadanos chinos. Un empresario chino nos ayudó mucho cuando nos fue difícil conseguir un autobús para trasladarnos al aeropuerto y otros muchos se preocuparon por nosotros y nos ofrecieron ayuda para que pudiéramos regresar a Japón. Una vez en Japón, yo pasé a trabajar en mi empresa actual y por eso no he tenido la oportunidad de regresar a Wuhan hasta la fecha. Deseo que llegue el fin de la pandemia para poder viajar y ver a mis viejos amigos de allí. Avenida central de la ciudad de Wuhan, totalmente desprovista de tráfico Conductor de autobús dirigiéndose al aeropuerto Mensajes de ánimo: 「武漢加油」(¡Ánimo, Wuhan!), vistos desde la ventana del autobús de camino al aeropuerto 2. Reapertura de los movimientos de personas con vistas a la reactivación de las actividades económicas Unos países registraban mayores contagios y olas repetidas, mientras que otros relajaban las medidas de restricción de movimientos en el segundo semestre de 2020 para suavizar el impacto negativo del COVID-19 en la economía. Sin embargo, muchos países incluido Japón, siendo conscientes del riesgo de las nuevas variantes del coronavirus más contagiosas, detectadas a partir de finales de 2020, han intensificado el control fronterizo. Ahora está por ver el estado del avance de la pandemia y hay que determinar cómo y cuándo abrir las puertas a los flujos internacionales de personas. Japón inauguró el llamado “Residence Track” con un total de 11 países y regiones como Vietnam, Corea del Sur y China, donde la situación es estable, para permitir el paso de los residentes de larga duración a partir del mes de julio de 2020 y, además de esta medida, a partir de septiembre comenzó el “Business Track” para estancias cortas de viajeros de negocios procedentes de Singapur, Corea del Sur, Vietnam y China. Igualmente decidió poner en práctica, a partir del 1 de octubre, otra medida para permitir la entrada, además de viajeros de negocios, de estudiantes y familiares de extranjeros residentes en nuestro país. Así, en principio, se permiten nuevos ingresos en nuestro país desde cualquier país o región del mundo. Paralelamente, se rebajó de 3 a 2 el nivel de riesgo de enfermedades infecciosas de varios países como Corea del Sur, Singapur, Australia, etc., a partir del 30 de octubre. De esta forma, se levantó la prohibición de entrada para los ciudadanos de esos países a Japón. Por otro lado, ante la proliferación de nuevas variantes del coronavirus detectadas en varios países en los últimos meses desde el pasado diciembre, Japón ha intensificado con celeridad el control de entrada de personas procedentes de los países y regiones donde se han registrado tales variantes. A partir del 9 de enero de 2021 se les exige a todas las personas que llegan a Japón el certificado de prueba negativa realizada menos de 72 horas antes del comienzo del viaje y, además, se les practica la prueba al llegar a nuestro país. Está suspendida la entrada de todas las personas procedentes de cualquier país y región, incluidas las que viajen en el marco de las medidas bilaterales llamadas “Residence Track” y “Business Track” desde el 14 de enero hasta la fecha. 3. Acción orientada a reforzar las medidas contra el COVID-19 a nivel mundial Liderazgo en la coordinación internacional con vistas al desarrollo y compra de vacunas y atención médica Para acabar con la propagación del COVID-19 a nivel mundial es sumamente importante desarrollar y producir vacunas, ofrecer tratamiento médico y diagnóstico y garantizar un acceso equitativo a todos ellos. Hoy día aumenta la pugna entre los países por conseguir las vacunas, en especial cuando apenas comenzaban a distribuirlas por su alta demanda. Por este motivo, es necesario formar una cooperación internacional para repartirlas de forma equitativa e impedir que determinados países las monopolicen con el uso de su poder económico. Japón, en este sentido, participa en el sistema de reparto internacional, aporta recursos, y de esta forma lidera la cooperación internacional para garantizar el acceso equitativo a las vacunas para todos los países, independientemente de su poder económico. En el mes de mayo se puso en marcha el sistema “Acelerador ACT*3” a propuesta de 8 países y otros organismos, entre los cuales se encuentra Japón. Este sistema internacional tiene como objetivo acelerar el desarrollo y la producción de vacunas, el tratamiento médico y un diagnóstico seguro, eficaz y accesible, y garantizar el acceso equitativo a los mismos. Actualmente los organismos del sector de salud internacional trabajan bajo el esquema del Acelerador ACT que se basa en cuatro pilares principales que son, vacunas, tratamiento médico, diagnóstico y sistema sanitario. Japón ha venido involucrándose como uno de los promotores activos de este sistema desde el primer momento de su planeamiento y formación. En el marco del programa del Acelerador ACT se ha puesto en marcha la iniciativa “COVAX” bajo la dirección de la Alianza Gavi para las Vacunas, una alianza público-privada que apoya la vacunación en los países en desarrollo. Este mecanismo busca recursos económicos y coordinación a nivel global en el suministro de vacunas. Con estas herramientas se negocia con la industria farmacéutica fabricante de vacunas, con el objetivo de adquirirlas de forma rápida a un precio accesible, garantizándole la compra de cantidades considerables de vacunas. Japón apoya el reparto equitativo de vacunas mediante varias herramientas, como la aportación de recursos (ha anunciado 200 millones de dólares) al sistema de Compromiso Anticipado de Mercado (AMC por sus siglas en inglés) de la iniciativa COVAX que facilita vacunas a los países en vías de desarrollo. *3 Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (ACT, por sus siglas en inglés) Además, como el mecanismo COVAX FACILITY por sí solo no garantiza suficientemente la cadena de frío de vacunas de los países en vías de desarrollo, Japón realiza con mayor celeridad que nunca el apoyo de “La última milla” con el que complementa el mecanismo y promete la vacunación para todos. Además del compromiso con la distribución de las vacunas, Japón había anunciado que iba a aportar un total de 840 millones de dólares durante 3 años, de 2020 a 2022, al Fondo Mundial para la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria (Fondo Global). Y se compromete a apoyar el fortalecimiento del diagnóstico y tratamiento médico de enfermedades contagiosas. Descripción del Acelerador ACT Los equipos de protección personal son imprescindibles para el personal sanitario (foto aportada por Global Fund (©RED/Jonx Pillemer)) El ministro de Asuntos Exteriores Motegi anuncia que va a aportar recursos a AMC en la reunión de nivel ministerial del grupo de amigos de Cobertura Universal de Salud organizada por Japón (8 de octubre) Compromiso Anticipado de Mercado” (AMC), mecanismo de adquisición anticipada para los países en desarrollo de COVAX FACILITY Análisis sobre la actuación de la OMS La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la principal responsable de la salud global, siendo el organismo clave a la hora de fortalecer la arquitectura de salud global (estructura de salud internacional) para atender las situaciones de emergencia que comprometan la salud pública. La OMS es el organismo que tiene la responsabilidad primordial de observar el estado de avance de la pandemia y conocer la situación actual, suministrar materiales necesarios e información actualizada al personal médico que trabaja en primera línea y también de fortalecer el mecanismo que acelere el proceso de desarrollo y producción de vacunas, tratamiento médico, diagnóstico y reparto equitativo. Japón está dispuesto a dar apoyo a la organización en el aumento de la capacidad mundial de respuesta a los problemas globales de la salud internacional. De hecho, ha contribuido al SPRP (Plan estratégico de preparación y respuesta frente al COVID-19)*4 de la OMS con una aportación de 76.400.000 dólares, entre otras. *4 Plan Estratégico de Preparación y Respuesta (SPRP, por sus siglas en inglés) Por otro lado, será necesario realizar una supervisión imparcial, independiente y global sobre la actuación de la sociedad internacional, incluida la OMS, frente a la pandemia, con el fin de superar la actual crisis pandémica y, a la vez, de prepararnos mejor contra futuras crisis sanitarias, ya que hay voces críticas con la tardía actuación inicial de la organización como respuesta al COVID-19. En este sentido, la supervisión se está realizando a cargo del ya existente Comité Asesor de Auditoría Independiente (IOAC por sus siglas en inglés), además del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia (IPPR), creado tras el acuerdo de la Asamblea General de la OMS celebrada en mayo, y el Comité Supervisor del Reglamento Sanitario Internacional (IHR). En enero de 2021, el IPPR presentó su informe preliminar, en el cual manifestó su opinión provisional acerca de la actuación inicial de China. Según este informe, China no tomó las medidas sanitarias básicas en la primera fase de la pandemia, y podría haber tomado medidas sanitarias más estrictas en enero de 2020; la OMS no disponía de suficientes recursos ni de autoridad, lo que impidió que sus acciones fueran eficaces; no está claro por qué la OMS no convocó inmediatamente un comité de urgencia y retrasó la declaración de estado de emergencia hasta el 30 de enero; no muchos países tomaron las medidas necesarias después de que la OMS declarara el estado de emergencia. Por otro lado, la delegación de supervisión internacional de la OMS realizó en China estudios sobre el origen del COVID-19 en los meses de enero y febrero de 2021. Es importante que, de todos estos procedimientos de revisión y supervisión, se aclare cómo se originó la pandemia y se fortalezca la capacidad de respuesta de cara a futuras crisis sanitarias. Dicho Comité Supervisor cuenta con la participación de expertos japoneses y, aparte, Japón ha presentado al IPPR y a los países miembros de la OMS documentos e información sobre las medidas de respuesta ante el COVID-19 impuestas en nuestro país, acompañados de las opiniones de Japón sobre la supervisión y la reforma de la OMS. De esta forma, nuestro país se involucra activamente en los debates pertinentes y manifiesta su firme disposición de seguir contribuyendo a supervisar y reformar el sistema sanitario internacional que incluye a la OMS. En julio de 2020, el entonces presidente Trump notificó a Naciones Unidas que Estados Unidos iba a retirarse de la OMS en un año. Sin embargo, el nuevo presidente estadounidense Joe Biden revocó esta decisión en enero de 2021. Japón seguirá colaborando con Estados Unidos y la comunidad internacional en general en la búsqueda de soluciones a los problemas de la sanidad. 4. Ayuda a los países en desarrollo Ayuda a la lucha contra las enfermedades contagiosas y fortalecimiento del sistema de salud y atención médica de los países en desarrollo El COVID-19 ha puesto en serio riesgo la vida, las costumbres y la dignidad de la humanidad y ha causado una crisis de seguridad humana. En un mundo donde se producen movimientos de personas y circulación de mercancías de forma global, debe formarse una estrategia conjunta que involucre a toda la comunidad internacional con el concepto de “No dejar a nadie atrás”. En este sentido, nuestra estrategia debe contemplar la ayuda en la prevención de contagios del COVID-19 a los países en desarrollo con un sistema sanitario vulnerable, ya que no solo contribuirá directamente a garantizar la salud y seguridad de los japoneses residentes en el extranjero, sino que también prevendrá la expansión del virus a Japón. En este contexto, Japón está ofreciendo a estos países cooperación bilateral directa como por ejemplo, ayuda no reembolsable y/o cooperación técnica y otras modalidades por medio de organismos internacionales, de modo que se fortalezcan la capacidad de la lucha contra el COVID-19 con prevención, diagnóstico y tratamiento médico, etc., se establezca un sistema de salud resiliente e inclusivo, y se generen las condiciones óptimas para la prevención de enfermedades contagiosas. En el marco de cooperación bilateral, Japón realiza, entre otras, ayuda no reembolsable (por valor de unos 48.000 millones de yenes), por la cual se provee de equipos de rayos X, termografías, ambulancias y otros equipos de salud y de sanidad, no solamente para la lucha contra el COVID-19, sino también para que se fortalezca, a medio y largo plazo, el sistema de salud y atención médica de los países en desarrollo. En este sentido, Japón ha realizado intercambio de notas con 93 países hasta finales de diciembre. Estas colaboraciones, basadas en un alto nivel tecnológico y de conocimiento, fueron realizadas con mayor celeridad que nunca, y han sido consideradas oportunas por parte de muchos países. Japón anunció su apoyo a la construcción de un centro de salud contra enfermedades infecciosas, particularmente en la región de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), aportando unos 5.500 millones de yenes al Fondo Integral Japón-ASEAN. Cabe destacar que los organismos de muchos países, a los que la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) ha venido apoyando durante décadas, desarrollan sus actividades en la primera línea de la lucha contra el COVID-19. En plena pandemia, Japón ha proporcionado cooperación técnica a un total de 45 países hasta el mes de diciembre de 2020 (por valor de 1.500 millones de yenes de la partida del primer presupuesto rectificativo del año 2020). La cooperación ha sido posible gracias a las buenas relaciones establecidas con los organismos en base al apoyo de Japón y tiene como objetivo ayudar a fortalecer el sistema de atención sanitaria de aquellos países. Especialmente, el Instituto Conmemorativo Noguchi de Investigación Médica, ubicado en Ghana y fundado hace unos 40 años, ha desempeñado un papel fundamental en la lucha contra el COVID-19 en la región oeste de África, ya que realiza alrededor de un 80 % del total de las pruebas PCR realizadas en el país, además de instruir a los expertos de las naciones vecinas. La agencia JICA ha donado equipos y otros materiales a este instituto y colaborado en la rapidez y eficiencia de los análisis. En Vietnam, ha proporcionado kits de análisis, pulmones artificiales, ventiladores mecánicos y cooperación técnica en materia de prevención de contagios intrahospitalarios a los principales centros sanitarios, como el Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología (centro estratégico de análisis) y el Hospital Cho Ray (hospital que acepta a contagiados). De esta forma, ha contribuido a la atención médica de forma integral. La agencia JICA también trabajará en la ampliación de coordinación con organismos de ámbito nacional e internacional y profundizará en la cooperación. Japón, paralelamente, decidió en abril aportar en la modalidad de cooperación de emergencia no reembolsable un total de un millón de dólares para desarrollar la investigación y el análisis clínico a nivel mundial del fármaco antivírico llamado Avigan®, dado el interés de muchos países por este antivírico. Actualmente, desde el punto de vista humanitario, este medicamento se está suministrando de forma ordenada a los países que lo piden, a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). A finales de diciembre hay 45 países beneficiarios del medicamento, los cuales nos han expresado su agradecimiento. Respecto a la ayuda prestada en colaboración con organismos internacionales, Japón realiza cooperación técnica y suministro de materiales con carácter urgente al personal médico y sanitario de los países en desarrollo para frenar o prevenir la propagación del COVID-19, así como ayudas para paliar su impacto socioeconómico, mediante el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y ONU Mujeres, entre otros. Entre otros ejemplos, Japón distribuyó al Hospital Materno-infantil Umbada y las zonas circundantes, ubicado en las afueras de Jartum, la capital de Sudán, materiales sanitarios como jabones para manos. Este hospital fue construido en el marco de la cooperación no reembolsable de Japón y entregado en noviembre de 2018 a Sudán, donde el PNUD y la agencia JICA colaboraron con motivo de la pandemia en el suministro de materiales y campañas de concienciación de higiene en dicho hospital. Hasta finales de diciembre, Japón ha prestado ayuda a 29 países por medio del PNUD, a 66 países por medio de UNICEF y a 13 países a través de ONU Mujeres, respectivamente. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, por su parte, ha puesto en marcha junto con los Voluntarios de la ONU, el servicio de envío de japoneses como voluntarios de esta organización. Este servicio seleccionó por los debidos procedimientos a más de 10 japoneses, que luego fueron destinados a África (Etiopía, Kenia, Zimbabue, Namibia, Madagascar y Malaui) y a Asia (Uzbekistán, Nepal, Timol Oriental y Myanmar), donde iban a trabajar en los proyectos de lucha contra el coronavirus que desarrolla la oficina del organismo internacional en materia de salud, sanidad y recuperación social y económica. Tras la coordinación con los organismos receptores y la preparación para el viaje a partir del mes de agosto, los voluntarios partieron a su destino con una estancia prevista de un máximo de 8 meses. Entrega de material de atención médica a Laos (23 de agosto en Laos) Bomba de jeringa donada Entrega de material de atención médica a Honduras (10 de septiembre, en Honduras) Suministro de material sanitario a Sudán a través del PNUD (foto aportada por el PNUD) Ayuda a la campaña de lavado de manos a Myanmar a través de UNICEF (foto aportada por UNICEF) Apoyo a la capacitación de recursos humanos en el Instituto de Medicina Conmemorativo Noguchi (Ghana) (foto aportada por IIZUKA Akio/Agencia JICA) Instituto Nacional de Patología de Vietnam, al que Japón suministró material médico (foto suministrada por YOSHIDA Katsumi/Agencia JICA) Excelentes trabajos de los voluntarios japoneses de la ONU HONDA Yuri, Voluntaria de las Naciones Unidas Oficial de apoyo a los proyectos Oficina en Nepal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) La propagación del COVID-19 afecta gravemente a los movimientos de las personas de todo el mundo, especialmente a los migrantes. Estos se encuentran en una situación extremadamente dura por la reducción de sus ingresos, la pérdida de su trabajo y la falta de acceso a una atención médica adecuada. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) despliega actividades de apoyo a los migrantes en situación vulnerable por el COVID-19. La Oficina en Nepal de la organización, donde estoy destinada, confecciona un mapeo de movimientos de la población para prevenir los contagios. Estamos haciendo entrevistas en las zonas colindantes con la India, donde hay mayores movimientos registrados en el mapa, debido a una gran concentración de lugares públicos como son la frontera, los centros hospitalarios, las escuelas, los mercados y las clínicas de medicina tradicional. Y reunimos información sobre los equipos de cribado, la toma de temperatura, los procedimientos en caso de encontrar a personas contagiadas, etc. Como resultado, vemos necesario reforzar los equipos de salud y dar al personal capacitación contra la pandemia. Estos problemas los vamos a solucionar en colaboración con las autoridades locales. Estoy encargada principalmente de redactar informes, y estoy haciéndolo consciente del riesgo de contagio que corren mis compañeros al conseguir todos los datos e información. Por eso quiero hacer informes bien redactados con la responsabilidad de presentarlos a las autoridades y convencerlas. Muchos hombres y mujeres nepalíes trabajan fuera del país para ganar dinero y Nepal se mantiene gracias a las remesas que envían ellos. Sin embargo, muchos han perdido su trabajo por el COVID-19 y se han visto obligados a regresar a su tierra. Mucha gente me cuenta que tiene familiares trabajando en Japón, pero está preocupada por la salud de los que no pueden regresar. Siento en carne propia la dura realidad de los trabajadores fuera del país. He leído unos informes según los cuales algunos repatriados son discriminados o perseguidos por el prejuicio de la gente de la comunidad. Por eso, hay que reforzar urgentemente las medidas preventivas y de vigilancia sanitaria. Quiero ser útil bajo el compromiso de las Naciones Unidas de “No dejar a nadie atrás”. Reunión de intercambio de opiniones con el Gobierno local, responsables del control de los puntos fronterizos, y el Ministerio de Salud (la primera de la izquierda es la autora del artículo/ foto aportada por OIM) Apoyo al mantenimiento, reactivación y resiliencia de las actividades económicas de los países en desarrollo La propagación del COVID-19 a nivel mundial y el estancamiento de las actividades socioeconómicas que lleva aparejado constituyen una gran amenaza para la economía y la sociedad, especialmente hoy en día que los movimientos de personas y la circulación de mercancías están en constante crecimiento a escala global. Los países en desarrollo, en particular, han sufrido un impacto socioeconómico negativo por la crisis pandémica debido a su frágil economía. Por ende, lo que debe hacer la comunidad internacional en su conjunto es apoyar al mantenimiento, reactivación y refuerzo de las actividades económicas en esos países. Japón está apoyando la reactivación económica de los países en desarrollo a través de préstamos bilaterales y la participación en la iniciativa internacional para el aplazamiento del pago de deudas. Japón ha puesto en marcha mecanismos de cooperación financiera reembolsable con carácter urgente contra la crisis pandémica por un máximo de 500.000 millones de yenes concedidos durante dos años, desde abril de 2020 hasta marzo de 2022, a los países en desarrollo de la región Asia-Pacífico, entre otros, con los que Japón tiene una estrecha relación económica, concretamente a Filipinas, Indonesia, la India y demás países (50.000 millones de yenes a cada uno). Este préstamo tiene como objetivo financiar estos países, de modo que puedan introducir medidas económicas de forma flexible para combatir la crisis. Los créditos en yenes tendrán condiciones favorables para los países beneficiarios, como bajos intereses (0,01 %) o préstamo desvinculado*5, lo cual contribuye al mantenimiento y reactivación de las actividades económicas de los países en desarrollo de la región Asia- Pacífico etc., que se han visto afectados gravemente por el COVID-19. *5 Préstamo desvinculado: es una modalidad de préstamo con que se determinan los proveedores de materiales y servicios por licitaciones internacionales, mientras que en la modalidad de préstamo vinculado los proveedores se vinculan a los países donantes de ayudas oficiales. A su vez, Japón ha decidido incrementar el volumen de créditos de emergencia en yenes, en diciembre de 2020, teniendo en cuenta las “Medidas económicas integrales en defensa de la vida de los ciudadanos para la seguridad y la esperanza” (aprobadas en el Consejo de Ministros del 8 de diciembre) a favor de los países en desarrollo de la región Asia-Pacífico etc. que geográfica y económicamente comparten muchos puntos con Japón. Así estos países pueden destinar los recursos, de forma flexible, a reforzar su sistema sanitario y/o rescatar o reactivar su economía. Los países que tienen una situación financiera extremadamente precaria sufrirán una reducción de hasta el 45 % de la inversión directa extranjera, lo cual está empeorando sus datos macroeconómicos y, consecuentemente, están teniendo una mayor carga en el pago de sus deudas. Vista esta situación, los bancos centrales y el Club de París (grupo de países acreedores) acordaron la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI)*6 en la reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20, celebrada en abril de 2020. Por este acuerdo quedó suspendido el pago de las deudas oficiales de los países de bajos ingresos cuya fecha límite de devolución se extiende desde el 1 de mayo hasta el 31 de diciembre de 2020. Además, en octubre del mismo año, acordaron prorrogar DSSI e incluir en esta iniciativa las deudas oficiales de los países de bajos ingresos obligados a pagar entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2021. Japón está dispuesto a cumplir con este acuerdo de forma totalmente transparente. *6 DSSI: Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 y los miembros del Club de París son conscientes de la gravedad de la actual crisis pandémica en muchos países de bajos ingresos, de su precaria situación financiera y pésima previsión económica, y entienden que, dependiendo de la situación de cada país, necesitarían introducir medidas más contundentes que la iniciativa DSSI. Por ello, han aprobado “el marco común para el tratamiento de la deuda después de la iniciativa DSSI”. El “marco común” determina que todos los acreedores bilaterales públicos deberán participar en él, coordinar y ejecutar los acuerdos sobre el tratamiento de la deuda bajo las mismas condiciones y, a la vez, los acreedores privados aplicarán al menos el mismo nivel de medidas que los públicos. De aquí en adelante, todos los acreedores tendrán que cumplir estrictamente con las medidas de tratamiento de deudas de acuerdo con el “marco común”. Ceremonia de firma de préstamo en yenes con carácter urgente a Mongolia (9 de octubre, Mongolia) 5. Información ante el exterior sobre la situación actual de Japón y sus acciones Es importante hacer pública ante la comunidad internacional, como una herramienta para combatir la pandemia, la situación actual de Japón, como, por ejemplo, la evolución de los contagios, la estrategia de lucha contra la pandemia en nuestro país, la colaboración internacional, etc., para que se entienda correctamente nuestra posición. En este sentido, tanto el ministerio como las embajadas de Japón toman la iniciativa de dar al mundo información correcta y actualizada. El Ministerio de Asuntos Exteriores da explicación detallada en las reuniones del ministro con sus homólogos extranjeros sobre las ayudas prestadas por Japón al exterior y la importancia de la cooperación internacional en materia de vacunas. Además de estas reuniones explicativas, el ministerio celebra desde abril ruedas de prensa en tiempo real, en japonés e inglés, para informar de, entre otras, cómo se controla la frontera actualmente. Respecto a las ruedas con la prensa extranjera destinada en Japón, ha celebrado un total de 18 hasta finales de diciembre, en colaboración con otras autoridades afectadas. Igualmente, Japón crea contenidos de carácter divulgativo donde, por ejemplo, se dan a conocer los esfuerzos, la tecnología y los casos de cooperación internacional contra el COVID-19 que Japón va desarrollando. Las embajadas de Japón en el extranjero, por su parte, organizan seminarios en línea, además de dar información relacionada. Y lo hacen en colaboración con laboratorios de ideas y universidades, como el Real Instituto de Asuntos Internacionales (Reino Unido) y la Universidad Johns Hopkins, creando programas y difundiendo artículos, en colaboración con medios de comunicación extranjeros como la BBC (Reino Unido) y el diario The Wall Street Journal (Estados Unidos), para divulgar los conocimientos y logros de Japón, como el análisis del contagio por aerosoles a través de la última tecnología desarrollada. Transmisión en vivo de una rueda de prensa regular del ministro de Asuntos Exteriores Motegi 6. Hacia unos exitosos Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 El 16 de noviembre de 2020, el primer ministro Suga se reunió con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Bach, que se encontraba en Japón en visita de cortesía, y le manifestó su firme disposición de celebrar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, conocidos como los “Juegos de la Recuperación y de la Reconstrucción”, como prueba de que la Humanidad ha vencido al COVID-19, y para transmitir la imagen de Japón en proceso de plena reconstrucción, después del gran terremoto ocurrido en el este del país. A esta manifestación, el presidente del comité contestó con las siguientes palabras: “Los Juegos benefician a todo el mundo y me comprometo a celebrarlos con éxito”. Los dos acordaron seguir trabajando en estrecha colaboración para celebrar unos Juegos seguros. Por otro lado, el 16 de marzo de 2021, el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Motegi, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y le manifestó la determinación de Japón de cara a la celebración de las Olimpiadas, a las cuales el secretario estadounidense expresó su apoyo. Ambos acordaron seguir trabajando en estrecha colaboración para conseguir unos Juegos exitosos. El Ministerio de Asuntos Exteriores está dispuesto a unir sus esfuerzos a los del Gobierno entero y contribuir al éxito de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. El primer ministro Suga recibiendo la visita de cortesía del presidente del Comité Olímpico Internacional, Bach (16 de noviembre en Tokio, foto de la Oficina de Información Pública del Gabinete) Reunión de los ministros de asuntos exteriores de Japón y Estados Unidos (16 de marzo de 2021, Tokio)