El asunto de las mujeres de consuelo 1. El asunto de las mujeres de consuelo entre Japón y la República de Corea (1) El asunto de las mujeres de consuelo ha constituido desde la década de 1990 un grave problema diplomático entre Japón y la República de Corea y Japón ha abordado este asunto con la máxima seriedad. Las cuestiones relativas a la propiedad y a las reclamaciones entre Japón y la República de Corea fueron legalmente resueltas en 1965 por el Acuerdo sobre la Resolución de Problemas relativos a la Propiedad y al derecho a reclamar y sobre la Cooperación Económica entre Japón y la República de Corea. Sin embargo, con el objetivo de proporcionar recursos realistas a las antiguas mujeres de consuelo, el pueblo japonés y el Gobierno de Japón colaboraron para crear, en 1995, el “Fondo para las Mujeres de Asia”, a través del cual se llevaron a cabo proyectos en el campo de atención médica y mejora de bienestar para antiguas mujeres de consuelo tanto en Asia, incluida la República de Corea, como en otros países y se entregó a cada una de ellas una “compensación”. Asimismo, los sucesivos Primeros Ministros han enviado cartas a las antiguas mujeres de consuelo expresando sus “sinceras disculpas y arrepentimiento”. El Gobierno de Japón ha realizado todos los esfuerzos, como se menciona anteriormente. (2) Además, tras arduos esfuerzos diplomáticos, los Gobiernos de Japón y de la República de Corea confirmaron que el asunto de las mujeres de consuelo quedaba resuelto definitiva e irreversiblemente con el acuerdo alcanzado entre los Ministros de Asuntos Exteriores de Japón y de la República de Corea en diciembre de 2015. Asimismo, los Jefes de Gobierno de ambos Estados asumieron la responsabilidad, como líderes, de aplicar ese acuerdo y de que abordarían cualquier cuestión conforme al espíritu del Acuerdo. Este Acuerdo fue valorado positivamente por la comunidad internacional, incluidos el entonces Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon y el Gobierno de los Estados Unidos. Basándose en dicho acuerdo, en agosto de 2016, el Gobierno de Japón destinó 1.000 millones de yenes a la “Fundación para la Reconciliación y la Superación de las Heridas”, creada por el Gobierno de la República de Corea. La Fundación ha proporcionado ayudas financieras a 34 de las 47 antiguas mujeres de consuelo que estaban vivas en el momento del Acuerdo, y a las familias desconsoladas de 58 de las 199 antiguas mujeres de consuelo que ya habían fallecido. El acuerdo fue acogido positivamente por muchas antiguas mujeres de consuelo. (3) Sin embargo, en diciembre de 2016, un grupo cívico surcoreano instaló una estatua que representa a las mujeres de consuelo* en la acera frente al Consulado General de Japón en Busan, la República de Corea. Más adelante, en mayo de 2017 Moon Jae-in inició su mandato como presidente. Basada en las conclusiones de una evaluación llevada a cabo por el “Grupo de Trabajo de Revisión del Acuerdo sobre el asunto de las mujeres de consuelo, bajo la supervisión directa de la Ministra de Asuntos Exteriores de la República de Corea, la Ministra de Asuntos Exteriores Kang Kyung-wha anunció, el 9 de enero de 2018, la posición del Gobierno de la República de Corea en los siguientes términos: ① No se pediría una renegociación con Japón; y ② El Acuerdo de 2015, que no refleja adecuadamente los deseos de las víctimas, no ofrece una verdadera solución al asunto. En julio de 2018, el Ministerio de Igualdad de Género y Familia de la República de Corea anunció que constituiría un presupuesto de reserva para “destinar el importe total” de los 1.000 millones de yenes aportados por el Gobierno de Japón al “Fondo de Igualdad de Género”. Además, en noviembre, el Ministerio de Igualdad de Género y Familia anunció que procedería a la disolución de la “Fundación para la Reconciliación y la Superación de las Heridas”. (4) Ese anuncio de disolución resulta totalmente inaceptable para Japón, a la luz del Acuerdo de 2015 entre Japón y la República de Corea. Mientras que el Gobierno de la República de Corea, incluido el Presidente Moon Jae-in, declaraba en público reiteradamente que “no rompería el Acuerdo y que “no pediría una renegociación con Japón”, Japón ha venido cumpliendo escrupulosamente todos los compromisos adquiridos por el acuerdo. La comunidad internacional está siguiendo de cerca el cumplimiento del Acuerdo por parte de la República de Corea. El Gobierno de Japón seguirá instando al Gobierno de la República de Corea a llevar a cabo el Acuerdo de manera firme. 2. El asunto de las mujeres de consuelo en la comunidad internacional (1) El Gobierno de Japón ha abordado con la máxima seriedad las cuestiones de las reparaciones, propiedad y reclamaciones relacionadas con la II Guerra Mundial, incluido el asunto de las mujeres de consuelo, de conformidad con el Tratado de Paz de San Francisco acordado con 45 países, entre los que componen Estados Unidos, Reino Unido y, Francia, y con otros tratados, acuerdos e instrumentos bilaterales. Esas cuestiones, incluidas aquellas relativas a reclamaciones individuales ya han sido legalmente resueltas con las partes de esos tratados, acuerdos e instrumentos. (2) Sobre esta base, el Gobierno de Japón ha adoptado medidas de forma activa a fin de restituir el honor de las antiguas mujeres de consuelo y proporcionarles recursos. En 1995, se creó el “Fondo para las Mujeres de Asia (AWF, en sus siglas en inglés)” con la colaboración del pueblo japonés y del Gobierno de Japón con el objetivo de realizar proyectos para prestar asistencia y compensar a las antiguas mujeres de consuelo. El Gobierno de Japón aportó un total de 4.800 millones de yenes. Los ciudadanos japoneses donaron aproximadamente 600 millones de yenes. El Gobierno de Japón prestó siempre la máxima colaboración al Fondo que puso en marcha proyectos en materia de atención médica y mejora de bien estar y que entregó “compensaciones”, para ofrecer una ayuda realista a las antiguas mujeres de consuelo. Como parte del proyecto del Fondo, se entregó una compensación económica proveniente de donaciones del pueblo japonés (2 millones de yenes por persona) a 285 antiguas mujeres de consuelo (211 filipinas, 61 surcoreanas, 13 taiwanesas). Por otra parte, el FMA destinó fondos a esos países y áreas para asistencia sanitaria y social con la aportación del Gobierno de Japón (3 millones de yenes por persona en la República de Corea y Taiwán, 1,2 millones de yenes por persona en Filipinas de un total de, 5 millones de yenes por persona en la República de Corea y Taiwán y 3,2 millones de yenes por persona en Filipinas). Asimismo, con recursos aportados por el Gobierno de Japón, el FMA amplió la financiación a los proyectos para promover los servicios de bienestar social para las personas de la tercera edad en Indonesia así como a proyectos para mejorar las condiciones de vida de las antiguas mujeres de consuelo en los Países Bajos. (3) Cuando se entregaron “las compensaciones” y se proporcionó de forma individual asistencia médica y de bienestar a las antiguas mujeres de consuelo, cada una de ellas recibió también una carta personalmente firmada de los entonces Primeros Ministros (Ryutaro Hashimoto, Keizo Obuchi, Yoshiro Mori y Junichiro Koizumi) en la que expresaban sus sinceras disculpas y arrepentimiento. (4) Tal como consta en la Declaración del Primer Ministro Abe en 2015, Japón grabará profundamente en su corazón el pasado durante el cual se mancilló gravemente la dignidad y el honor de muchas mujeres durante las guerras del siglo XX. Japón se compromete a liderar en el mundo para que el siglo XXI sea una era en la que los derechos humanos de las mujeres no se vulneren. (5) Pese a los esfuerzos sinceros del Gobierno de Japón, hay afirmaciones que difícilmente puede decirse que se basan en hechos históricos, como las siguientes: “traslado forzoso” de las mujeres de consuelo, “esclavas sexuales” y las cifras de “200.000 personas”, o “varios centenares de miles” para fijar el número total de mujeres de consuelo. La posición del Gobierno de Japón respecto a dichas afirmaciones es la siguiente: ●“Traslado forzoso” La documentación hasta el momento analizada por el Gobierno de Japón no ha podido confirmar el traslado forzoso de mujeres de consuelo por las autoridades militares o gubernamentales. (Esta posición está reflejada, por ejemplo, en el documento de contestación a una interpelación de un miembro de la Cámara de Representantes aprobado por el Consejo de Ministros el 16 de diciembre de1997). ●“Esclavas sexuales” El uso de la expresión “esclavas sexuales” es incorrecto, ya que no se ajusta a la realidad. Este punto fue confirmado por la República de Corea en la firma del acuerdo entre Japón y la República de Corea en diciembre de 2015, y, de hecho, la expresión “esclavas sexuales” no aparece en el texto del Acuerdo. ●Número total de mujeres de consuelo estimado en “200.000” personas. La cifra de 200.000 mujeres de consuelo carece de fundamento. Como queda reflejado en el informe de un estudio realizado por el Gobierno el 4 de agosto de 1993 es prácticamente imposible determinar el número total de mujeres de consuelo al no haberse encontrado documentos que indiquen ese dato o aporten razones suficientes para fijar una estimación. (6) El Gobierno de Japón ha trabajado para explicar con claridad en los foros internacionales su posición oficial y los esfuerzos que ha venido realizando. Concretamente, el Gobierno de Japón ha explicado su posición en las Naciones Unidas en varias ocasiones, como, por ejemplo, durante el Examen de los Informes Periódicos 7º y 8º del Gobierno de Japón sobre la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, en febrero de 2016. Además, en febrero de 2017, el Gobierno de Japón presentó ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos un informe “amicus curiae” en el juicio relativo a una estatua de una mujer de consuelo erigida en la ciudad de Glendale, población situada en la periferia de Los Ángeles. * Por razones de conveniencia y a efectos prácticos, las estatuas erigidas frente a la Embajada de Japón en Seúl y al Consulado General de Japón en Busan, son denominadas “estatuas de mujeres de consuelo”. Sin embargo, la utilización de este término no refleja el reconocimiento de que esas estatuas representen adecuadamente la realidad de esas mujeres en aquel momento.